lunes, 26 de mayo de 2014

Sobre el romanticismo existente en El estudiante de Salamanca y "La peña de los enamorados"

Poniendo nuestra atención en una composición romántica culmen de la literatura española como lo es El estudiante de Salamanca del pacense José de Espronceda, nos encontramos con la corriente heredera del famoso mito del donjuanismo.  De este modo, se nos presenta como un poema narrativo con rasgos teatrales que incluye los precedentes prototípicos del susodicho  mito, es decir, un protagonista donjuanesco, que en esta ocasión se llama Félix de Montemar; una protagonista que muere de amor, Elvira; el asistimiento al propio funeral, así como la procesión de ánimas y espectros que atestiguan los últimos momentos del burlador.

Por tanto, vemos que se trata de una composición que se enmarca dentro del movimiento romántico y, por ello, recoge los caracteres propios de esta corriente literaria. Entre ellos, destacamos la importancia del amor trágico, amor que en este caso solo se encarna en la figura de Elvira, la cual ha sido engatusada y engañada por Montemar, llegando a caer prendada, siendo posteriormente abandonada y, finalmente, muriendo a la merced de sus sentimientos. Se trata pues de un amor trágico que esta vez no se llega a realizar a causa de la intervención de las normas sociales o del destino desgraciado, sino por la propia trama donjuanesca: Félix de Montemar conquista a Elvira con el único propósito de satisfacer sus necesidades carnales que nada tienen que ver con los sentimientos amorosos. Asimismo, la obra presenta un rasgo muy propio del romanticismo, que es el gusto por lo lúgubre, lo sobrenatural, etc., que está relacionado con la tendencia melancólica de esta corriente. De este modo, nos encontramos con que Montemar y el espectro de Elvira caminan por calles oscuras y tétricas hasta llegar al cementerio y a un posterior escenario infernal y macabro, lleno de ánimas que asisten al funeral del tenorio. Además, la composición culmina con el descubrimiento del velo de la sombra de Elvira, que resulta ser un terrorífico esqueleto, hecho que resalta el carácter horribilis.


Retomando la temática del amor trágico, nos gustaría comentar ciertos aspectos del cuento romántico “La peña de los enamorados” de Mariano Roca de Togores. Así, en esta composición nos encontramos con una visión muy distinta a la mostrada en El estudiante de Salamanca, pues es una narración que cuenta la historia de dos enamorados, Zulema, princesa granadina, y Fadrique, su esclavo cristiano. De este modo, la imposibilidad de este amor viene suscitada por las diferencias sociales y étnico-raciales existentes entre los protagonistas, quienes se ven obligados a huir para realizar su historia amorosa, hecho que desencadena el final trágico del relato, en el que ambos enamorados mueren de forma trágica.


Por otra parte, nos encontramos con que en este cuento los escenarios quedan muy lejos de lo tenebroso y tétrico, siendo en este caso jardines exóticos y paradisíacos que evocan pasados mejores, escenarios que, en definitiva, contribuyen a resaltar el ambiente de tensión amorosa que se narra en esta historia.


En resumen, vemos pues, que los ejemplos de composiciones anteriormente nombrados nos muestran manifestaciones antitéticas de la misma corriente literaria, la romántica. Es decir, la temática del amor trágico visto, en primer lugar, desde la perspectiva donjuanesca; y en segundo lugar, desde una perspectiva más tradicional, así como la presentación de escenarios tanto lúgubres y tétricos como paradisiacos y evocadores de épocas anteriores.




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