La obra de Espronceda El
estudiante de Salamanca a pesar de estar escrita en verso, fue catalogada
en la época como cuento romántico; es por ello por lo que posee similitudes con
algunas de las diversas manifestaciones de esa modalidad cuentística.
Concretamente, nos vamos a centrar en realizar una comparativa de dicha obra
con el cuento Un caso raro de Eugenio
de Ochoa.
En primer lugar, son destacables los rasgos generales del
cuento romántico que tienen cabida en ambas obras, como por ejemplo, la primacía del individualismo, la sucesión
de hechos extraños o la exaltación de los sentimientos, entre otros.
Para una mejor comprensión de los enlaces que unen a ambas
obras, procederemos a desarrollar algunos de los aspectos más relevantes de las
mismas. Primeramente, al comienzo de ambas obras se nos presentan a los
protagonistas de una manera muy similar, como jóvenes apuestos, adinerados y
valientes:
«…En Salamanca famoso por su vida y buen talante, al
atrevido estudiante lo señalan entre mil, fuero le da su osadía, le disculpa su
riqueza, su generosa nobleza, su hermosura varonil…»
«…Mateo Bergante era pues un
hijo de buena familia y de las más acomodadas del pueblo, un diablo como
hasta de 20 años: bueno mozo, valentón…»
Desde el punto de vista social, cabe mencionar la
personalidad anticlerical de los personajes, que hacen alarde de la continua
profanación de lo divino. Por un lado, las fechorías que Mateo cometía al
principio del cuento:
«…él hurtaba con disimulo los vasos sagrados en las
capillas, interrumpía al predicador, soltaba una carcajada en medio de la misa…»
Por su parte, las
ateas palabras de don Félix:

Es, además, notable la continua alusión a lo diabólico en
ambas obras y la innata unión de los protagonistas al ángel caído; eso los
lleva a un menosprecio de sus propias almas como bien demuestra don Félix cuando
dice «…Perdida tengo yo el alma y no me importa un ardite…» y en el caso de
Mateo cuando se la vende al mismo diablo a cambio de dos años más de vida.
No obstante, el desenlace de ambas tramas las separan, ya
que, la inclusión del ser fantástico (la dama de blanco en El estudiante de Salamanca y el diablo en Un caso raro) a la hora del juicio final de los protagonistas
supone para don Félix la condena eterna y para Mateo la salvación. Esto se debe
al carácter de cada personaje, mientras que a Mateo Bergante la experiencia
cercana a la muerte le sirvió de escarmiento y decidió cambiar su moralidad con
la ayuda de un fraile franciscano, en don Félix no se percibe ningún cambio de
pensamiento, ni un solo atisbo de arrepentimiento, es más, con el transcurso de
la obra se observa un incremento de la osadía y la altivez del estudiante.
Finalmente, cabe decir que, aunque la trama se desarrolle de
manera diferente, el tema base es común a ambas obras y son muchos los rasgos
que, como hemos visto, comparten y que evidencian la tendencia romántica que en
ellas prima.
Alba González González
No hay comentarios:
Publicar un comentario